sábado, 30 de julio de 2011

CINE DE VERANO



   Aunque la cartelera anunciaba la película para las diez menos cuarto, nosotros a las nueve ya estábamos en la puerta sentados en aquel portal, mientras uno de nosotros siempre guardaba la fila delante de la taquilla. La cola poco a poco iba aumentando, y todos los de la pandilla empezaban a llegar poco a poco. Las chicas, siempre llegaban después.

   El momento de abrirse la taquilla, normalmente las nueve y cuarto siempre y con precisión suiza suponía un murmullo en la puerta y movimientos inquietos en todos los que estábamos allí. Entrábamos casi corriendo para pillar los mejores sitios, normalmente solíamos coger la cuarta o quinta fila de delante. Las butacas eran metálicas y unidas en filas de manera que si movías una como muchas veces hacíamos entreteniéndonos se movían todas de golpe. Lo que suponía las primeras risas por nuestra parte y las primeras quejas de los vecinos de asiento.

  El ritual era simple, una vez elegida la fila, poner algún objeto encima de los asientos para guardar la butaca, pensando en las chicas que vendrían después. La espera se hacía entretenida, ya cada uno más o menos había seleccionado su asiento y el de su chica, y habíamos distribuido los asientos. Una vuelta a la cantina a por la bolsa de pipas y la coca cola, y esperar.

No podíamos evitar mirar la pantalla en blanco y enorme como si ya estuviese proyectándose la película, pero en realidad mirábamos la puerta de entrada que estaba justo a un lado de la pantalla, una puerta pequeñita que era como un embudo por donde no dejaba de entrar gente continuamente. La verdad es que la espera siempre era consciente, todos sabíamos más o menos a la hora que ellas siempre entraban, justo diez minutos antes de que empezase la película, yo siempre supuse que a alguna siempre se le hacía tarde, aunque también pensaba que lo hacían adrede y se quedaban fuera a la espera de que faltasen diez minutos para empezar.

Por fìn, cuando veías a una amiga aparecer por la pequeñita puerta mezclada con la gente, el corazón se te aceleraba un poquito, puesto que ya sabías que a continuación entrarían las demás todas con su rebeca en la mano.  No hacía falta decir nada más porque la película estaba a punto de comenzar, nosotros cuidadosamente ya estábamos todos en nuestros respectivos sitios, y ellas conforme se acercaban ya controlaban el asiento donde cada una se sentaría. El silencio y los nervios creo que predominaban en aquel momento, solo eran unos segundos, sentarse, dejar sus cosas sobre el asiento previamente guardado y levantarse todas de golpe y a la vez para ir a la cantina era todo lo mismo y al mismo tiempo.

Empezaba la película con el habitual no-do y sus asientos permanecían vacíos, mirabas a la pantalla y con disimulo también te dabas la vuelta hacia el fondo del cine y veías arremolinada toda la gente alrededor de la cantina, menos mal que una vez apagadas las luces, la cantina se iba despejando como por arte de magia. De repente, llegaban todas juntas y esta vez sí, cada una ya ocupaba su sitio. Tú callabas, quieres? Me decía ofreciéndome palomitas o alguna chuchería de esas de goma de mascar con azúcar, bueno, respondía siempre.

Solíamos enseguida dirigir nuestras miradas a la pantalla donde parecía que siempre había algo interesante, pero la verdad es que lo que estábamos deseando es que se acallara ya todo el murmullo de los primeros minutos y de la gente que ha llegado un poco tarde para poder sin que nadie nos viera cogernos de las manos, cosa que una vez hecho ya no la soltaríamos hasta el final de la película, cuando de nuevo se encendieran todas las luces, entonces sí, como un resorte las manos dejaban de estar unidas, nos levantábamos en silencio y casi sin mirarnos nos dirigíamos entre el tumulto hacia la puerta pequeña, recuerdo que un silencio tímido siempre nos rodeaba en ese momento, nuestra mirada siempre se cruzaba con la de nuestros amigos, mientras veíamos como ellas entrecruzaban cómplices sonrisas.

El día ya había terminado, y casi sin despedirnos siquiera, ellas siempre cogían por un camino todas juntas, y nosotros por otro, ellas ya se iban a sus casas, nosotros permanecíamos en algún banco del paseo un poco más.

Ni que decir tiene que durante la película apenas hablábamos, solo algún “quieres” más de rigor, y las típicas preguntas de siempre de si vas a ir a la playa mañana y esas cosas, toda nuestra comunicación se hacía a través de nuestras manos y mientras éstas permanecían unidas el silencio nunca existía en esas noches de verano en esos cines de verano.

viernes, 29 de julio de 2011

JAIME

Sí, aunque pienses que no, te extraño.

Te conocí un día de principios de verano, en Madrid. Llevabas unos tejanos cortos y una camiseta blanca. Yo salía de clase y Miguel nos presentó. Yo también llevaba tejanos mal cortados, con los bordes deshilachados y camiseta de rayas. Recuerdo que fuimos a La Cruz Blanca de Alonso Martínez y nos tomamos unas cañas, y unas tapas, y luego unas copas en una terraza, y luego... luego olvidamos los apuntes en la barra de la churrería!.

Lo nuestro fue amistad a primera vista.

Tú eras especial... no todo el mundo te caía bien.

Yo era especial... no todo el mundo me caía bien.

Supongo que por eso nos caímos bien desde el principio. Teníamos el mismo sentido del humor, nos gustaban los mismos sitios, el mismo estilo de ropa, la misma comida...

Te acuerdas aquella vez que fuimos a comer al peruano aquel? En mi vida he vuelto a probar mejor cebiche, y ahora, siempre que lo como, me acuerdo de aquel pequeño restaurante y de ti.

Recuerdas cuando me llamabas a las tantas... salimos? Sí claro!!... Y aquella noche de mi corte de digestión? Qué mal lo pasamos!

Y de lo de la uña? Te acuerdas de lo de la uña? Jajaja

Y de cuando viniste a pasar unos días al campo y nos pasábamos las tardes muertas tumbados en el césped debajo del árbol enorme, acordándonos de Miguel, charlando, riendo, recordando?

Y de las tardes de domingo, tirados en el sofá, hablando por teléfono para no decirnos nada durante horas....

Y de lo mucho que me has aguantado, y de lo mucho que te he aguantado...

Y de tu casita cerca de Atocha y de aquel chico canario con quien la compartías. Qué guapo era, no? Cómo se llamaba?...

Ha llovido mucho desde entonces.

Tú dejaste Madrid, lo dejaste todo y te fuiste a Buenos Aires. Yo dejé Madrid y me fui a Valencia.

Pero nunca dejamos de ser buenos amigos. Siempre estaba el correo, y el teléfono, y las visitas, y mis promesas de acompañarte a Buenos Aires algún día.

Nunca hizo falta que nos dijéramos que estábamos ahí, porque sabíamos que estábamos. Nunca hubo reproches si no nos llamábamos en una temporada. Cuando nos reencontrábamos siempre era con una gran sonrisa y un abrazo enorme.

Y ahora no sé qué ha pasado. Tiempo. Ha pasado tiempo. Mucho tiempo. Demasiado tiempo. A mi me han pasado cosas y supongo que a ti también. Yo esperaba que esta vez también me entendieras, como siempre. No es que no quisiera llamarte, ni hablarte, ni es que no quisiera contártelo todo. Es que no podía. No quería hablar. Con nadie. Me encerré no sé por qué. Pero creía que Tú me entenderías. Tú.

No lo hiciste y me reprochaste mi silencio y mi ausencia. Y yo tampoco te supe entender...

Y ahora..... te extraño. Aunque no lo creas, te extraño mi amigo...

lunes, 25 de julio de 2011

ISLA DE UTOYA



"Me desperté. Ya no puedo dormir. Estoy sentada en el cuarto de estar. Siento dolor, rabia, felicidad, Dios, no conozco eso. Hay demasiadas emociones. Demasiados pensamientos. Tengo miedo. Reacciono al menor sonido. Quiero escribir sobre lo que pasó en Utøya. Lo que mis ojos vieron, lo que sentí, lo que hice.

Tuvimos una reunión de crisis en el edificio principal luego de las explosiones en Oslo. Después de eso, hubo una reunión para los miembros de Akershus y Oslo. Luego de las reuniones, había mucha, mucha gente alrededor y dentro del edificio principal. Nos consolamos que estábamos seguros en una isla. Nadie podía saber que también se desataría el infierno donde estábamos.

    @PrableenKaur: Sigo viva.

La gente saltaba al agua y empezaba a nadar. Yo estaba echada. Decidí que si venía, me haría la muerta. No iba a correr ni a nadar. No puedo describir el miedo que se apoderó de mi mente, lo que sentí.

Un hombre vino. “Soy de la policía”. Yo estaba echada ahí. Algunos respondieron a gritos que debía probarlo. No recuerdo exactamente qué dijo, pero el homicida empezó a disparar. Cargó. Le disparó a los que estaban a mi alrededor. Yo seguía echada. Pensé: “Ahora se acabó. Está acá. Me va a disparar. Voy a morir”. La gente gritaba. Escuché que le disparaban a otros. Otros saltaban al agua. Yo estaba ahí. Agarrando mi teléfono celular en la mano, me senté encima de las piernas de una chica. Dos otras estaban a mis pies. Seguía echada ahí. El teléfono celular sonó varias veces. Yo seguía echada. Me hacía la muerta. Estuve echada por lo menos durante una hora. Estaba completamente callada. Despacio voltée la cabeza para ver si podía ver a alguien vivo. Miré alrededor. Vi sangre. Miedo. Decidí levantarme. Había estado echada encima de un cadáver. Dos cadáveres encima de mí. Tuve un ángel de la guarda.

Han pasado algunas horas desde que todo esto sucedió. Sigo conmocionada. Todo a mi alrededor se ha hundido. He visto los cadáveres de mis amigos. Varios amigos míos están desaparecidos. Me alegra saber nadar. Me alegra estar viva. Que Dios me haya cuidado. Hay tantos sentimientos, tantos pensamientos. Pienso en todos los parientes. En todos los que he perdido. En el infierno que fue y hubo en la isla. La aventura más bella del verano se transformó en la peor pesadilla de Noruega."


Prableen Kaur






  "Todavía estoy en estado de shock. Acaba de llegar a casa. Me han traído desde el hotel Sundvollen. En realidad estoy todavía en shock. No he derramado ni una lágrima. No me lo puedo creer: Hoy podríamos haber sido asesinados. ¿Qué puedo decir? La última idea normal que yo tengo es que estaba en un taller de política (porque eso es lo que estamos haciendo en Utøya).

Un buen amigo se acercó y me informó sobre la explosión que tuvo lugar en Oslo. Por supuesto, había muchos que estaban preocupados. El ambiente no era bueno. Muchos pensaron que se trataba de los peores momentos de este año. Tenía un nudo en la garganta.

Nos llamaron de la administración para informarnos del suceso a todos al mismo tiempo. La mayoría tenía sus familiares en Oslo y pudo comprobar que estaban a salvo. Yo tardé bastante en localizar a mi familia. Finalmente supe que tres de ellos no estaban en la ciudad y otro estaba en el trabajo lejos del centro.
 

La secretaria general Helen Brenna se acercó y me habló. Me preguntaba si necesitaba a alguien con quien hablar. Entonces oímos tiros. ¿Qué diablos pasa?, pensamos.
De repente vi subir a todos los chicos, que nos decían que nos escondiéramos. Corrimos hacia el edificio principal y me encerré en el baño. Los disparos se acercaban. Yo estaba muy segura de que era una "broma", pero uno nunca puede estar seguro de nada, hoy se ha demostrado. Me las arreglé para poner el teléfono en silencio y lo guardé para no perderlo. Cuando por fin escuché las voces de algunos conocidos, salí.

Pero no había terminado. Tuvimos que correr hacia el muelle. Tropezamos con gran cantidad de arbustos y rocas de gran tamaño y caímos varias veces. Tengo muchas heridas. Matti me abrazó y me tranquilizó. Corrimos y corrimos. Lo peor fue cuando nos enteramos de que el que disparaba estaba disfrazado de policía. Maldita sea. ¿En quién debemos confiar entonces? Sin embargo, llamamos a la policía, pero no llegaban. Así que le di mi teléfono a Munir y le pedí que actualizara el Facebook para que cualquier persona con un barco nos ayudara.
 

Los disparos se oían más cerca. Matti dijo que teníamos que nadar. Pero ¿cómo iba a hacerlo con las botas que llevaba? Trond Agnar apareció de repente. Dijo que muchos habían tratado de nadar, pero había vuelto porque el agua estaba demasiado fría, la costa estaba demasiado lejos y era demasiado difícil. Pero ¿sabes qué? Prefería morir ahogada que por un tiro.

Lo siento. Me quité la camisa, y con el apoyo de Matti, comencé a nadar. Era pesado, así que tuve que quitarme los pantalones, también. Nadé. Matti me salvó. Él dijo lo correcto e hizo lo correcto. Cuando había nadado un tramo Matti dijo: 'Kamzy, ahora no puedes mirar hacia atrás. Debes mirar hacia adelante y pensar que la costa es tu objetivo'.

Oímos disparos todo el tiempo, y todavía estoy sorprendida de que no nos alcanzaran. Más tarde supe que él (el asesino) estaba allí y había intentado disparar contra nosotros. Un barco nos lanzó un chaleco salvavidas, pero aún cuando habíamos llegado al barco, no podía relajarme. Sentía que todavía podía dispararnos.

Algunos de los residentes locales nos ayudaron cuando llegamos a tierra. Nos dieron toallas y nos llevaron a la estación de Esso, donde la policía y el personal de la ambulancia esperaban. Yo estaba en shock. No me salió ni una sola lágrima.


La ministra de Cultura me llamó por teléfono. No sé de quién era el teléfono, era una chica que se acercó y dijo que Anniken quería hablar conmigo. Le pregunté: "¿Por qué la policía tarda tanto tiempo?" Ella estaba de acuerdo conmigo, trató de tranquilizarme, y me preguntó lo que había sucedido.
Nos dieron ropa y bebidas calientes. También llamé a mi padre. Nos llevaron al hotel Sundvollen, donde tuvimos que inscribirnos. Yo no entendía, y todavía no entiendo por qué no he derramado ni una sola lágrima. Quiero salir de este estado de shock. Porque yo todavía estoy en shock. ¿Quién hace algo así? Haciendo estallar los edificios gubernamentales en Oslo y matando a futuros políticos que se encuentran en un campamento de verano en Utøya. ¿Qué mal hemos hecho?

Aquellos que recurren a la violencia, se han quedado sin argumentos. ¿Cómo podía hacer lo que hizo que mis amigos de la AUF (juventudes del partido laborista)? Esto parece tan surrealista. No entiendo. No entiendo".




Khamshajiny Gunaratnam.

sábado, 23 de julio de 2011

RESPUESTAS SIN IMPORTANCIA



   
Es media mañana,  pero podría ser cualquier hora;  jamás me he parado a pensar en ello aunque cuando jugaba al fútbol siempre me fijaba mucho en las piernas, supongo que todo me gusta y me disgusta a partes iguales y según el  estado de ánimo, me conformo así y he aprendido a convivir conmigo, incluso mucha gente me ha aceptado como soy y me ha enseñado múltiples razones para quererme  aunque también tengo que decirlo no es una opinión universal  y absoluta pero sí enriquecedora, no es mi pensamiento prioritario aunque a veces me preocupe, tiendo la mano a mi flexibilidad y suelo adaptarme a cualquier tipo de pensamiento. Mi  mente es ágil y vuela muy por encima de miradas agresivas o distorsiones mentales.

Me gustan todas las estaciones del año, y cada una en su momento, me gusta la transición de los años y el caminar de los meses de la mano del sol, cada una con su encanto no sabría decir si frío o calor, la primavera enciende la luz y el otoño la apaga al subir la escalera, bajamos o subimos y a ambos lados podemos encontrar momentos agradables e interesantes, si acaso y en todo caso prefiero encenderla y que se alarguen los días y las noches, callejero por naturaleza prefiero la brisa en la cara mirando al mar y su tremenda luz.

  Inevitablemente si, va con mi naturaleza y siempre hay alguien que te hace llorar, y reir, y cantar, alguien a quien odiar o alguien a quien recordar, el llanto es un sentimiento bello que indica implicación, rabia o dolor o cualquiera de las emociones que nos alejen de la indiferencia, y querer a alguien es justamente todo lo contrario. Creo en el amor, pero no temporalizo mi vida sino la vivo, y la vivo con todas sus consecuencias, que es el mañana me pregunto a veces sino un deseo y como tal forma parte de ese amor que hoy comparto y ojalá pudiesen los deseos durar toda una vida.

La naturalidad me pierde al igual que la sencillez, una buena dosis de sentido de humor, la sensibilidad me gana y me rinde, adoro la belleza y no solo de un mero cuerpo sino de un todo indivisible e irrenunciable inherente a una persona y que yo siempre elijo sin nadie ni nada que me marque pautas, lo que para mí es bello, siempre será bello.  Siempre tenemos a lo largo de nuestra vida amigos especiales, que van cambiando como los años o incluso permanecen, ahora solo tengo una y en esta fase siempre será mi pareja mi mejor amiga. Claro que he vivido amores platónicos, quien no lo ha hecho en alguna ocasión, la fantasía merodea con frecuencia mi mente y a veces hasta rompo mis propios principios realistas para soñar, al igual que a veces no he sido correspondido y he hecho de la nada una idea con la que soñar, si, aunque parezca mentira, a veces sueño.

No sabría ni querría quedarme con alguno ni de unos ni de otros, felices, tristes, siempre los hay, significativos también. Anécdotas para recordar, hojas de almanaque perennes en tu retina como cuando tienes un hijo, terminas la carrera o recibes el primer beso.  Suele mi mente curiosa detenerse en frases inteligentes, verdaderas y que te llamen la atención, y las saboreo durante un instante para enseguida casi de inmediato olvidarlas, las almaceno en mi olvido con la misma facilidad que pienso en ellas y sonrío cuando las leo, las comparto y reflexiono. Tantas cosas cambiaría uno de su vida, tantas como tantas dejaría sin tocar, y claro que sí hay momentos que dejo timbrar el teléfono una y otra vez, no sabría precisar, una, dos, tres, a veces, hasta cuatro…… también he de reconocer que alguna vez que otra, casi ni una y lo descuelgo con ansiedad.

Algunos hombres buenos por elegir alguna de tantas, si acaso me quedo con mi edad prohibida del  brazo de Celia que me abrió los ojos en una época difícil, y en cada etapa podría elegir una, nuestra vida son el paso de las canciones que nos acompañan y recuerdos que tarareamos y nos trasladan en el tiempo, desde cualquier hotel en California echándome la culpa por meterme en jardines prohibidos y todo porque siempre me ha gustado amar, Air Suply  para el coche, Sarah Brightman  para la madrugada o recuerdos de un viejo corazón destrozado. Son tantas…..

No quiero ser nadie más que yo mismo, no me veo de otro,  detesto aquello que no me aporta nada y las palabras vacías, me encanta el olor a brea y odio cualquier atisbo de injusticia, me gustan aquellas conversaciones de las que aprendo algo o que me aportan algo, y cuando me levanto nunca suelo pensar la misma cosa, la verdad es que no tengo ni idea de lo que pienso cuando me levanto, solo me levanto….

Hoy me he levantado pensando en contestarme a algunas preguntas que ni se me habría ocurrido hacerme y que a veces me respondo aún sin preguntármelas, es esa forma de desnudarse un poco uno mismo cuando tiene un folio en blanco delante…  respuestas sin importancia.

martes, 19 de julio de 2011

LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS



Para los griegos las palabras siempre fueron “divinas”, sin embargo  sus filósofos se enorgullecían  mucho más de sus silencios.  Sócrates decía que la escritura no era el lugar apropiado  para la transmisión del conocimiento. Cuentan que Platón en su juventud habría escrito multitud de tragedias y que cuando conoció a Sócrates quemó todos sus escritos y se dedicó a vivir su filosofía a través de lo que comúnmente conocemos como diálogo. Es a través de éste como entendían la mejor forma de llegar al conocimiento y a la verdad.

 Platón presentaba el diálogo como el escenario adecuado del 
pensar, incluso del pensar solitario y silencioso.

¿Qué entiendes por pensar?:   Un discurso que el alma se dirige a sí misma sobre los objetos que considera. Me explico como un hombre que no sabe muy bien aquello de que habla, pero me parece que el alma, cuando piensa, no hace otra cosa que conversar consigo misma, interrogando y respondiendo, afirmando y negando, y que cuando se ha resuelto, sea más o menos pronto y ha dicho su pensamiento sobre un objeto sin permanecer más en duda, en esto consiste el juicio. Así pues, juzgar, en mi concepto, es hablar, y la opinión es un discurso pronunciado, no a otro, ni de vida voz, sino en silencio y a sí mismo. ¿Qué dices tú?"

Yo digo que las palabras no solo dan respuestas, sino algo mucho más poderoso, otras preguntas. Decir algo es muy importante, pero más importante es a veces  no decirlo. Porque el silencio también tiene palabras, pero son palabras guardadas, elegidas, que esperan pacientes el momento de ser reveladas. Las palabras a veces distraen, engañan, son pensamientos hechos acción, están ahí, vírgenes y listas para ser usadas. A veces, provocan, inquietan, movilizan, despiertan y te despiertan, nos preguntamos a quien pertenecen, de quien son, de que sirven si uno las dice y nadie al otro lado las recibe, que valor tienen si nadie las escucha.  Sin palabras no hay silencios, sin silencios no hay palabras.

A veces no sabemos porqué callamos y otras, no sabemos porqué hablamos. Dicen por ahí que una imagen vale más que mil palabras, y yo digo que una palabra cuando tiene valor puede contener más de mil imágenes.  Uno nunca se da cuenta de todo lo que tiene que decir hasta que empieza a decirlo, están y permanecen ahí, en nuestra cabeza, atrapadas, y quieren salir, quieren ser dichas, a veces gritadas….. una palabra dicha, gritada, susurrada, incluso no dicha puede ser una revolución, una auténtica lluvia de cualquier cosa inesperada, una sorpresa o cierto tipo de descubrimiento.

Son frutos del silencio, y del diálogo, armas para conocer y para saber, alteradas o equilibradas fluyen cuando deben hacerlo, ni antes ni después, y ante tus preguntas fluyen a borbotones mis respuestas, empiezo a buscarlas a través de mis propias preguntas, en solitario o por escrito, mírame y mírame a mis ojos, o mira el reloj que te dirá la hora si se la preguntas, descúbreme y acierta mis respuestas de la misma forma que descubriste otras a través de una simple conversación, de un simple diálogo, de unas risas con unos vinos, y aprenderás a conocerme por ti misma.

 Responder suele ser muy fácil, descubrirlo no tanto pero mucho más imaginativo y estimulante, empieza por un diálogo con tu alma, conversando contigo misma, preguntando y respondiendo, pensando más allá de unas simples respuestas y dime si me conoces y lo que es más importante porqué me conoces. No será  acaso por mis silencios?. Aún así obtendrás tus respuestas a través de mis palabras, me ayudará a conocerme un poquito mejor, y luego lo hablamos y lo comentamos como hacemos siempre, cuando disfrutamos de nuestros silencios.

sábado, 16 de julio de 2011

PREGUNTAS SIN IMPORTANCIA

Me acabo de tomar una copa de vino y una ensalada.

Es mediodía y hace calor... Mi cabeza flota.

Podría dormir la siesta, pero no lo haré.

Anoche dormimos poco, muy poco.

Y?

PREGUNTAS SIN IMPORTANCIA

Te conozco bien, o eso creo. Hace mucho que nos conocemos. Hemos hablado mucho, horas...días! Porque estoy segura de que si juntásemos todas las horas que hemos estado hablando, serían días sin parar.

Hemos hablado de todo, de lo divino y de lo humano, de nosotros y de los otros, de nuestras vidas, de nuestras rutinas y nuestras rarezas, de la vida y la muerte, de comida y viajes, de nada y de todo. Incluso hemos hablado en silencio.

Por eso digo que creo que te conozco bien y creo que me conoces bien.

Esta mañana pensaba que eras distinto a como te imaginé al principio, pero no, eres tal cual te imaginaba. Al principio te conocí por tus palabras, siempre serenas aunque en muchas ocasiones se adivinara tu volcán interior. Me gustaba leerte, adivinarte, y diseccionar tus letras intentando ver más allá de lo que escribías. Al principio te idealicé. Pensaba que estabas tan alto que por mucho que gritase no me ibas a oír, pero lo hacías, me oías y me sonreías, igual que ahora me escuchas y me sonríes. Y es que somos distintos, pero muy parecidos. A los dos nos gusta observar, charlar, escuchar y sonreír.

De todas formas, después de tantas horas, todavía me quedan preguntas. Son preguntas tontas, sin importancia, pero que pueden hacerme descubrir cosas tan importantes como que no te gusta la cebolla (y créeme! Esto es muy importante!).

Ahora te voy a hacer esas preguntas y cualquier día de estos, si quieres, me las contestas. Pero a mi. No escribas las respuestas, dímelas tomando un café con copa en la plaza, o comiendo un helado sentados en las escaleras del jardín.

Son unas cuantas preguntas, pero algunas me las sé, así que ya las contesto yo por ti.

1. ¿Qué hora es?:

2. Nombre: ..... me lo sé.

3. Tu cumpleaños: También me lo sé... ya te dije que los que nacen ese día lo hacen con un don.

4. Cantidad de velas que apareció en tu última tarta de cumpleaños: creo que no tuviste tarta, así que para tu próximo cumpleaños yo te haré una.

5. Signo del zodiaco: Capricornio.

6. Tatuajes: Ninguno.

7. Color de ojos: Según la luz, pero verdes.

8. ¿Cuánto mides?: Lo suficiente...(debería especificar más esta pregunta??)

9. Parte de tu cuerpo que te gusta más:

10. Parte que te guste menos:

11. Estación favorita del año:

12. ¿Bebes?: Moderadamente.

13. ¿Fumas?: Si.

14. ¿Quisiste tanto a alguien como para llorar?:

15. ¿Alguien ocupa tu corazón actualmente?: Ni se te ocurra decir que no!!!

16. ¿Crees en el amor para toda la vida?:

17. Tres cualidades principales en tu pareja ideal:

18. ¿Has tenido alguna vez un accidente de coche?:

19. ¿Café o Té?: Café

20. ¿Vaso mitad lleno o mitad vacío?: A medias

21. ¿Amigos especiales?:

22. ¿Amor platónico?:

23. El día más feliz de tu vida:

24. El día más triste de tu vida:

25. El mayor error que hayas cometido: Da igual, ya pasó y además creo que es el mismo que el que yo cometí.

26. Una fecha para recordar y por qué:

27. ¿Extrañas a alguien?:

28. Una frase que te guste:

29. ¿Qué cambiarías de tu vida?:

30. ¿Qué dejarías como está?:

31. ¿Cuántos timbrazos antes de descolgar el teléfono?:

32. Una película:

33. Un libro:

34. Una canción:

35. Aroma preferido:

36. Peor sentimiento del mundo:

37. Mejor sentimiento del mundo:

38. Lo primero que piensas cuando te levantas:

39. ¿Cómo te gusta que te besen?: Con sinceridad.

40. ¿Y en qué lugar prefieres?:

41. ¿Has estado en otro continente?:

42. ¿Montaña o Playa?: Playa

43. Última ciudad que hayas visitado: Almagro, creo.

44. Color de ropa interior favorita:

45. Flor:

46. Número favorito:

47. Tema de conversación más detestado:

48. Tema de conversación preferido:

49. Comida favorita: El pescado, la italiana.

50. Bebida favorita:

51. ¿Dónde y cómo te ves en 10 años?:

52. ¿Qué harías si te tocase la lotería?:

53. ¿Hay algo que quieras decir a alguien, pero no te atreves?:

54. ¿Tienes alguna manía?:

55. ¿Supersticioso?:

56. Di tus cualidades con tres adjetivos:

57. Tres defectos:

58. ¿Alguna promesa por cumplir?

59. Si pudieras ser otra persona, ¿quién serias?:

60. Deporte favorito: Fútbol.

61. Tímido o extrovertido: Más tímido que extrovertido.

62. Una palabra que te encante decir:

63. Lugar preferido:

64. ¿Conformista o inconformista?:

65. ¿Cuándo fue tu última visita al hospital?:

66. ¿Te gusta conducir?: Muchísimo...

67. ¿Cuántas veces suspendiste tu examen de conducir?:

68. ¿Dulce o salado?:

69. ¿Qué hora es?:

Tenemos que seguir hablando..... me parece increíble no saber algunas de estas respuestas... todavía. Y lo peor (lo mejor), es que todavía se me ocurren muchas más...

Por mucho que hablemos... nunca será suficiente, y ojalá así sea siempre...