sábado, 9 de abril de 2011

ME IMPORTA UN PITO!!

Me importa un pito ya!
Sé escribir perfectamente, de hecho sé escribir desde los cinco años!


Siempre digo que no se escribir y no es verdad, sé hacerlo. Claro que... lo que no sé es hacerlo de forma interesante, intrigante, bella, emocionante, de forma que lo que cuento tome forma de arte, porque escribir bien es un arte, no es sólo juntar palabras y formar frases con más o menos sentido.
Cuando escribo no escribo, transcribo pensamientos. No sé crear historias que emocionen, sólo se escribir sobre mis pensamientos, sobre mí.
Pero me importa un pito.
Escribiendo me han pasado muchas cosas...
Recuerdo cuando estaba en parvulitos, con Doña Finita, mi seño. Doña Finita era (y es, porque todavía vive) una señora solterona que siempre estaba sonriendo, que gritaba mucho, aunque suavemente porque su voz era dulce, y que siempre llevaba zapatos bajos y vestía de color marrón. Ella me enseñó a escribir, a leer, los colores, a “guardar cada cosa en su lugar”, a cantar, a pintar sin salirse del borde, a modelar quesos de plastilina... Nos sentábamos de cinco en cinco en mesitas redondas.
Cada mesita tenía en el centro dos botes, uno con lápices de colores y otro con lápices normales, gomas y sacapuntas. También había un tarro de cristal en el que dejábamos las virutas de sacar las puntas a los lápices de colores, y un montón de folios. Me en cantaba el olor de aquel tarro de cristal... Me encanta recordar las caras de todos mis compañeros de mesa cuando aprendimos a escribir con letra ligada, todos sacando y mordiéndonos la lengua, porque era dificilísimo!!. Cogíamos con tanta fuerza el lápiz, que los dedos se nos ponían blancos!




Algunos años más tarde, en quinto de EGB, ya con las lenguas en su sitio y los dedos más relajados, recuerdo que lo de escribir se me atragantó un poco. Reconozco que no nos portábamos demasiado bien, pero Doña Jose tampoco reconoció que los lunes eran el día en el que sí o sí habían de contarse las aventuras del fin de semana...!! La primera hora pasó sin pena ni gloria porque, también por ser lunes, el sueño todavía estaba instalado en nuestros ojos. Pero a partir de la segunda hora nos fuimos espabilando y “el grupito de las charlatanas” entramos en acción.
“A ver.... el grupito, me vais a traer para el viernes escrito cinco mil veces, Soy una estúpida y una maleducada y no volveré a hablar en clase”
Creo que se pasó un poco. Doña Jose era exagerada para todo...
Yo llegué a las mil quinientas, pero dos de mis amigas llegaron a las dos mil y pico antes de que nos levantara el castigo!.

Un poco más tarde empecé a escribir un diario. Yo tendría unos catorce años y mi hermano pues unos doce, y esto lo cuento porque espero que nunca llegase a leer aquel diario, porque lo que más le gustaba era fisgonear por mis cajones con la esperanza de encontrar alguna moneda olvidada el alguno de ellos.... En fin, nunca me miró raro, así que no creo que lo encontrase.
Uf! Aquel diario.... si hablase.... me moriría de la vergüenza! No se podía tener el pavo más subido a los 14 años! Que si me gusta... que si no me hace caso.... que si se ha enrollado con Yolanda... que si cómo ha podido hacerme esto mi amiga... que si que se vaya a la porra.... o mejor, que se vayan los dos!

Cada noche, cuando me subía a mi cuarto a dormir, escribía un poco en aquel cuaderno rojo y negro. Pegaba fotos, guardaba flores, entradas de cine, papelitos de los que se pasan en clase... Era casi como un collage de mi vida.
Cualquier día lo volveré a leer...


Luego me dio por hacer cuadernos de viaje, y cada vez que iba a algún sitio me compraba un cuaderno y cargaba con mis lápices. Hice cuadernos de París, Bruselas y Brujas, Nueva York, Budapest, Jerusalén... Por cierto, tengo que buscarlos, porque no sé dónde los he metido.





Y ahora me he embarcado en esto de los blogs y me he dado cuenta de que después de haber estado toda la vida escribiendo, sigo sin tener ni idea, y sigo sacando la lengua y mordiéndomela.
Pero me importa un pito!
Ya aprenderé...

1 comentario:

efejota dijo...

Sencillamente precioso....

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