jueves, 19 de mayo de 2011

EL CENTRO DE MI UNIVERSO


No voy a hacer círculos concéntricos para decir que mi centro del Universo soy yo. Y no lo voy a hacer, porque todo lo que gira a mi alrededor lo hace en forma de elipse, como la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Estoy aquí, en mi centro y las cosas se acercan o se alejan sin que yo pueda hacer nada por impedirlo. O puede que si, pero no quiero. Soy muy comodona y prefiero que las cosas vengan como tengan que venir y se vayan si se tienen que ir.


¿Dónde está el centro del Universo? Pregunta cojonera donde las haya, a la que yo he encontrado respuesta, pero que trae de cabeza a científicos, tertulianos y filósofos y a cualquiera que tenga ganas de dar conversación a su vecino. Sencillo: El centro del Universo está donde yo esté. MI centro del Universo, claro...

Y es que desde siempre ha habido esa obsesión por encontrar el punto centro, el eje que hace que todo nuestro mundo gire alrededor de sí. El tema está en que ese punto centro dependerá de la amplitud de miras de quien lo busca, así que ahora, con los tiempos que corren, podemos tener muchísimos puntos centro, tantos como queramos, de forma que cada uno elija el que le quede más a mano, según sus necesidades, sus preferencias, etc. Si se es corto de miras, el punto centro al que te agarras no te deja ver más allá de tus propias narices. Como cuando uno está enamorado y piensa que todo gira en torno a su media naranja. Menos mal que pasa.... que es una situación transitoria. Peor es cuando uno se enamora de sí mismo (cosa que más o menos nos pasa a todos, como a mi, que ya lo he confesado nada más empezar), y se convence de que es el ombligo del mundo, que todos le miran y le molesta hasta que un chimpancé estornude sin su permiso. Mi caso no llega a ese extremo, claro, pero reconozco que sí soy el ombligo de mi mundo, porque me importo mucho. Y en realidad no creo que sea tan malo como lo pintan.

A estas alturas seguro que muchos estáis pensando en egoísmo, narcisismo y cosas por el estilo. Pero no tiene nada que ver. Lo mío es control de la situación. Me gusta estar cómodamente sentada en mi trono solar y verlas venir, porque mientras vienen me da tiempo a pensar y por lo tanto a actuar en consecuencia según mis preferencias. Pero todo es discutible, claro, y vosotros podréis pensar de mi lo que queráis.

Por culpa de este mi centro he dejado ir a amigos, pero porque he querido, conste, que en Mi Mundo mando yo. Y gracias a este mi centro he conseguido el equilibrio, un punto de apoyo. Ya no me agobio pensando en qué pasará mañana, en si algo me va a afectar más o menos, en si debería haber hecho o podría haber pasado. Desde mi trono solar veo con perspectiva, observo, analizo, pienso... atraigo lo que me gusta y repelo lo que me molesta. (Bueno, no siempre lo consigo, porque normalmente las cosas suceden no sólo por mi voluntad, sino porque otras voluntades también intervienen).

Alguien se ha enterado de algo? Lo pregunto porque esto sólo es un desbarre personal. Y es que de vez en cuando, estar todo el rato sentada en el trono solar aburre.... y claro, una acaba por desbarrar.... Así que creo que será mejor que me baje a dar una vuelta y despejarme.

Sí, de vez en cuando me bajo.

(Y esto es para ti, sí, para ti... Ella lo sabrá si me lee)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sssss .... suenas como yo !!! hasta en la dedicatoria

cintia medina dijo...

y tambien como yo.........somos pocos pero estamos!

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