Te presiento hoy como muy largo, maldita la hora en que amaneciste porque lo hiciste sin pensar en mi. Tal vez podrías no haberlo hecho y haberme dejado dormido. Le temí anoche a esta hora y te tuve miedo, pánico aún sin haberte visto. Conté los minutos como queriendo pararlos, quise detenerme en algún instante echar marcha atrás o simplemente que no llegaras nunca.
Pero estás aquí, porque no conoces horas ni minutos, tu vida es imparable a diferencia de la mía, porque no sabes de miedos ni de sueños, porque no preguntas nunca y solo sigues tu camino. Tu indiferencia me mata porque eres cruel sin quererlo, me dejas aislado del mundo y solo contigo, me abrumas y me persigues. Quiero olvidarte y saber que no estás, que sigues tu camino y yo el mio, que cada uno hacemos nuestra vida y vago solo por el tiempo, ese maldito tiempo.

No es tu culpa, ya losé. Quiero ni mirarte saber que no estás pero no puedo olvidarte, me rodeas con tus brazos a cada segundo y me frenas, te me haces eterno y no puedo evitarte, lento y cansado sigues tu ritmo sin pensar en mí, no te detienes y todo te da igual. Te da igual lo que haga o lo que piense, lo que sueñe o lo que espere, me ignoras y te olvidas de mí. No puedo hacerlo, me mientes cada momento y ni te alejas, te me haces muy duro y no puedo evitarte, quiero correr y huir de tí pero me atrapas, me persigues. Eres como mi agonía, escurridizo y tranquilo mientras mi alma hoy vive acelerada pero no te importa, no tienes pausas como yo, que vivo a secuencias mirando hacia cada lado no buscando nada no esperando nada.
Hoy quiero correr, hoy no quiero parar, solo correr, extasiarme hasta ahogarme y no poder respirar porque hoy no respiro, no la tengo y a tí si que te tengo aunque no quiera. Pero tú no eres ella, ella me calmaba mis horas pero tú me las ignoras. No, no eres ella. Por eso quiero huir de tí, mi día más largo, mi día más triste. Pero no podré, al final me acompañarás como haces siempre, y me tenderás tu hombro y pensaré sobre ti, sobre tus horas. Quizás estemos los dos solos como tanto días, y lo mismo hasta me vienes bien, aunque tú no estés triste, aunque hoy ni siquiera te pares, aunque hoy no corras tanto ni avances en tu reloj.

Ni siquiera se ha ido y mi alma está dolida y herida pero tus consuelos y los de tu tiempo no la curan, tendré que aguantarte sin remedio aunque estés triste, aunque estés largo. Ya formas parte de mí, como ayer o como mañana, te tengo pero no quería, no así. Hubiese preferido no haberme despertado no haberte conocido, haber prolongado mi noche haber prolongado mi sueño. No despertarme, hoy no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario