jueves, 12 de mayo de 2011

TERREMOTO con palabras



Cogí el coche para incorporarme al trabajo, eran las cinco de la tarde. Cuando llegué a la puerta me esperaba un representante, y me puse a charlar con él, antes de entrar al despacho. Estuvimos hablando hasta las cinco y veinte aproximadamente. En ningún momento habíamos percibido nada extraño.

En el trabajo tenemos conectada la kiss fm como hilo musical y a cada hora suelen dar las noticias, en las de las seis de la tarde, oigo la noticia de que un seismo de intensidad cuatro con cuatro se habia producido en la región de Murcia y había tenido su epicentro cerca de la ciudad de Lorca, y que se habia podido sentir en varias poblaciones cercanas como Totana, Aguilas o Mazarrón. La verdad es que recuerdo que al oir esa noticia, pensé, “pues yo no me he enterado de nada”, y no dieron más datos. No le dí más importancia a la noticia, ya que no son nuevas por esta zona, pero me chocó lo de la intensidad, pero como digo no le dí más importancia.

Me senté en el despacho, y me dispuse con mi rutina diaria. Sobre las siete menos cuarto aproximadamente, y mientras metía unos apuntes en el ordenador, empecé a notar un ruido extraño, parecía que procedía de fuera, por lo que me asomé a la ventana instintivamente, era un ruido muy raro, no era fuerte pero tampoco parecía flojo, tuve la sensación de que el ruido lo englobaba todo, era como un ruido acaparador, no un ruido aislado como cuando pasa un camión o cuando se cae un objeto, no era un ruido seco, sino envolvente, como si se acercase hacia tí poco a poco y te engullera, fué un runrun continuado, silencioso, grande pero nada estridente, intenso, como profundo..... pero no procedía de ningún lado en concreto, sino de todos los lados, es como si lo notara procedente de debajo de mis piernas, pero tambien lo notaba como si viniese de la ventana, incluso parecía que venía desde arriba desde el techo.

Al sentir el ruido y asomarme a la ventana de forma automática, me sucedió una cosa muy extraña, que lógicamente a los pocos segundos me quité de la cabeza. Mientras me asomé como buscando aquel ruido, tuve la sensación como si todo lo que la perspectiva de mis ojos veían se hubiese desplazado al unísono unos metros para a continuación volver a desplazarse hacia su lugar original y hacia atrás. Fué todo como muy complejo. Es como si estuviera delante de una visión en que todo se mueve al mismo tiempo y de repente todo vuelve a su sitio.

Pero la sensación es extraña, porque mientras oías aquel extraño ruido y te asomabas a la ventana, no te fijabas en un punto determinado sino en todo, era como si el ruido procediese de todos los sitios, del almacen de enfrente, de la carretera, del aparcamiento, del cielo, de la tierra..... No parecía muy escandaloso, pero sí muy profundo, sin estridencias pero con una solidez que casi daba miedo, un ruido compacto.

Solo fueron unos segundos, apenas tres o cuatro segundos, los suficientes como para hacerme pensar por un momento en qué demonios podria haber sido aquello.

Recuerdo que al rato, me acordé de la noticia de las seis de la tarde, la del seismo, pero pensé que no tendría nada que ver, porque aquello habia sucedido a las cinco de la tarde, y yo no habia percibido nada. Ni se me ocurrió pensar en ningún momento que podria haber sido otro seismo. Quise relacionar el ruido que yo había sentido con la noticia de las cinco de la tarde, pero no pude hacerlo y no sé porqué.

Recuerdo que en las noticias de las siete, volvieron a repetir de nuevo la misma noticia que habian dado a las seis de la tarde, por lo que me dispuse a olvidar todo aquello, cuando de pronto entró a mi despacho un nuevo representante un poco como asustado, preguntándome si había sentido el terremoto, fué viéndole la cara cuando realmente me había dado cuenta de lo que había sucedido. Me contó que él venía de la casa de otro cliente, y lo habian notado todos y había visto como temblaban las sillas sobre las que estaban sentados. La verdad es que parecía muy asustado, me decía que habia hablado por teléfono con no sé quien y que parecía que lo que había pasado había sido muy gordo.

Cuando se marchó, entré en internet y ahí fué cuando empecé a enterarme de la noticia, y a recapitular datos. Mi despacho se encuentra aproximadamente a cuarenta kilómetros de Lorca.

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