martes, 14 de junio de 2011

POR DECIR ALGO

   Anoche me quedé durmiendo en el sofá, no me apetecía ir a la cama, la televisión esta mañana ha amanecido encendida y sobre la mesita el encendedor, el paquete de tabaco y un cenicero repleto de colillas al lado del mando, la luz de la sobremesa también ha aparecido encendida y junto a ella  una lata de coca-cola vacía . El sol me ha despertado, y ni siquiera recuerdo la hora en que me quedé dormido.

No recuerdo haber soñado, ni siquiera haber visto algún programa, el teléfono también estaba encima de la mesa, lo he mirado cuando me he levantado pero no había nada. El sol empezaba a subir a lo lejos, y he visto a una chica corriendo por la playa desde mi balcón. Los agentes de la limpieza paseaban sus escobas, me he quedado mirando inmóvil al mar, a lo lejos se veían a los barcos entrar y he visto las gaviotas perseguirles.


Me he duchado, me he sacudido los ojos y me he vestido, he cogido las llaves y he bajado a la cafetería de abajo donde he pedido un café con leche. El señor de la barra, ha intentado hacerse el simpático conmigo y me ha dado conversación, pero la verdad es que no me apetecía nada, de vez en cuando asentía con la cabeza, y hacía como que le miraba, intentaba sonreir  y de vez en cuando a todo le decía que sí. Quería terminar el café y salir de allí.

 He paseado un rato mientras iba al garaje y he cogido el coche, hoy en vez de irme directo para el trabajo, he dado alguna vuelta de más, he puesto la música suave pero la he vuelto a apagar. He bajado la ventanilla y el aire me ha dado en la cara, he encendido un cigarro y me lo he fumado mientras conducía. Al final, he decidido venirme para el trabajo.

 He seguido la misma mecánica de todos los días, he corrido las cortinas y he encendido las luces, me he metido en el despacho y he encendido el ordenador. He mirado la mesa y he apartado todos los papeles, he mirado la hora. He abierto word y como siempre me ha salido un folio en blanco. Lo he mirado, y él a mi. No sabía por donde empezar, y al final me he decidido, y he empezado a escribir, pero cuando llevaba cinco o seis párrafos los he borrado, y de nuevo me he encontrado con el folio en blanco delante de mí.

 La verdad es que hoy no sé lo que poner, se me ocurren muchas cosas pero ninguna me atrae lo suficiente, supongo que mi cabeza hoy está un poco desordenada. Siento algo por dentro pero no sé lo que es, bueno, supongo que escribo que no lo sé por miedo a mí mismo, porque quizás sí que lo sepa. No sé como llamarlo, es algo pero no sabría ponerle nombre. Es una sensación extraña, como una mezcla de muchas cosas, de dolor, de miedo, de pereza, de hastío, de tristeza,  de sueño, de impotencia, de aburrimiento, de soledad, de silencio, de angustia… No creo que sea la primera vez que me pasa, imagino que ya me habrá pasado algunas veces, pero no las recordaba. Pero hoy sí, no tengo ganas de hacer nada, ni de escribir nada, seguramente no tengo ganas de nada. Estoy apático y me siento desconocido, como vacío. Como si algo me faltara.

 Supongo que también tendré algo de miedo, seguro que sí, porque dicen que el miedo es todo eso que nos pasa cuando nos sentimos solos.  En este momento estoy pensando en un castillo, como si se hubiese derrumbado y me hubiese pillado a mí debajo. O quizás el hecho de que mire tantas veces al teléfono tenga algo que ver con lo que me pasa. No sé para qué lo miro, no sé si es que debo hacer alguna llamada o enviar algún mensaje, o es que en realidad lo que quiero es ver si hay alguna llamada o algún mensaje. Hoy no me apetece meterme como otros días a internet  y leer cosas que pasan por el mundo, tampoco me apetece mucho trabajar.
 
Hoy en realidad no sé lo que me apetece. Posiblemente coja el coche y salga hacia alguna parte, así lo mismo el día pasa más deprisa. Lo mismo es que quiero que pase eso, que pase el día.  Me noto rodeado de silencio, tengo la música puesta y ni la oigo. Creo que no me atrevo a decirme realmente lo que me pasa de verdad.  Aunque  yo creo que sí lo sé. Pero a lo mejor es que no quiero pensar en ello, aunque no lo consigo. Escribo y es como si no escribiese, digo cosas sin sentido,  seguramente por decirlas, por rellenar ese folio que me ha aparecido en blanco, aunque lo mismo no es eso lo que yo quería hacer hoy.

No sé,  supongo que si alguien me lee, quizás me pudiese comprender, aunque tampoco sé si serviría de mucho.  Podría escribir que la echo de menos, pero no sé si debo hacerlo, porque hoy no sé si me saldría algo, estoy como vacío. Si, seguramente la esté echando de menos. Echo de menos sus mensajes, sus palabras, echo de menos que hoy pudiese ser un día cualquiera, como ayer o como la semana pasada. Hoy estoy raro,  hoy parece un día raro.

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