Mientras se miraba en el trozo del espejo, pensó que hoy iba a ser un día importante para ella. Llevaba mucho tiempo esperándolo. Había descubierto que su marido y su amante le engañaban, hacía mucho tiempo que deseaba romper con todo aquello. Había aguantado mucho, y ese día se había levantado con la intención de poner fin a toda esa angustia, a toda esa locura. Necesitaba hablarlo con los dos, necesitaba dar un giro a su propia cerradura, cerrar y abrir de nuevo su propia puerta. Empezar una nueva vida, alejarse de ese entorno que la maltrataba y le impedía ser feliz. Quería marcharse lejos, olvidar…. Buscaría un nuevo lugar, un nuevo trabajo, una nueva vida. Ese era el día, se miraba y no dejaba de pensar.

Entró nerviosa y le vió allí sentado esperándole. Como estás? Bien, y tú? Tenía ganas de verte, yo también, muchas. Él la vió preocupada, la conocía bien, se quedó mirándola fijamente, y ella no supo ocultar su tensión. Que te ocurre?... Tenemos que hablar….. Cuando alguien te dice, “tenemos que hablar” prepárate para lo peor, es una frase acuñada que lleva implícito algo de fín. Qué pasa?... Te ha pasado algo?.... Le miró con rabia. No lo sabes?.... El qué?.... No juegues conmigo, llevas mucho tiempo haciéndolo, y ya estoy harta…. Su mirada se quedó bloqueada, paralizada, sorprendida, no entendía nada. No entiendo nada, que es lo que pasa, qué es lo que tendría que saber?.
Llevo varias semanas observándoos desde la taberna de la plaza, no hay un solo día que no pases con ella de la mano, siempre a la misma hora. Precisamente, a la hora que nunca podíamos vernos. No te he dicho nada, porque esperaba que tú me lo dijeras, que al menos tuvieses la valentía de decírmelo. No comprendo porqué me llamas cada noche, el porqué de tus palabras, tus gestos, cuando hacemos el amor, no comprendo el porqué….. Y ya no puedo más. Quiero dejarlo. Te quiero, te amo, pero no puedo seguir con esto. Me voy a marchar de aquí. Hablaré con mi marido, nos separaremos, y me marcharé lejos de aquí……
Su mirada denotaba perplejidad, la estaba viendo agobiada, y quiso parar todo aquello. Mira, le dijo…

No quiso oir más. Se sintió morir, había desconfiado, había dudado. Se quedó echa polvo y no supo reaccionar, se quedó paralizada, y se puso a llorar. Era demasiada la tensión que había vivido. Salió corriendo de allí, se montó en el coche, y aceleró…..
Llegó a casa, y se fue directamente al dormitorio, no paraba de llorar. Se sintió ridícula….Los ojos hinchados, la mente volaba, los pensamientos se entrecruzaban…. Se quería morir….
No oyó la cerradura cuando su marido entró, esa tarde también había regresado antes, se extrañó de no verla, y volvió a subir las escaleras con sigilo. La vió recostada, llorando. Se acercó a ella…..
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